¿Es posible conjugar en positivo en una misma frase estos tres conceptos? Muchos creen que no, la mayoría. En la sociedad aragonesa se ha instalado el pesimismo. Nuestra pirámide de población es de las más envejecidas de la península. Muchos de nuestros jóvenes ven su futuro fuera de nuestra tierra, no ya en una Barcelona o en un Madrid, sino más lejos todavía.
Otros, de los que se quedan, la gran mayoría no se emancipan de casa de sus padres hasta bien cumplidos los treinta. Por consiguiente no tienen intención de formar una familia, ni de tener hijos hasta casi los cuarenta. No os estoy descubriendo nada nuevo.
Creo que como sociedad debemos hacer algo para revertir esta situación. Y hacer posibles que JUVENTUD, OPORTUNIDADES Y ARAGÓN, puedan entrar en una misma frase para que ese futuro, al que todos tienen derecho a dibujar como quieran, lo puedan hacer en su tierra y por qué no, pueda ser para otros que deseen venir a convivir y hacer de Aragón un país de oportunidades para todos.
Nuestros jóvenes y a la sociedad aragonesa en general han de ser perseverantes y exigentes, desde el respeto, a nuestros gobernantes y legisladores para que nuestras instituciones hagan posible un acceso más fácil a una vivienda digna. Se tengan oportunidades laborales, bien por cuenta ajena o propia, mediante la ayuda a la innovación y a la emprendedoría. No hablo de hacer políticas plenamente intervencionistas, tampoco creo en el liberalismo salvaje. Nuestra juventud necesita de un respaldo, pero no de una tutela paternalista. Han de tener la oportunidad de tomar sus propias decisiones, hoy en día no la tienen, ya que los medios están lejos de su alcance.
Los que no somos tan jóvenes tenemos que ver ser solidarios con nuestra juventud, tenemos que reclamar medios para que la juventud pueda conseguir esas oportunidades, el futuro de Aragón depende de ello.
Rafael Sopena Canals